(En el Canal de Castilla, junto a esclusa 42)
He dejado pasar tanto tiempo sin actualizar este blog que
quienes no me conozcan y se asomen a él pensarán que he dejado de pintar. Pues
nada más lejos de la realidad, ha sido
pura pereza o dejadez con el blog, que no con mi afición a pintar, sobre todo
acuarela, que sigue incluso yo diría que incrementada. Bueno, no tanto, ya les
conté en post anterior que desde que tuve el desprendimiento de retina me
cuesta mucho pintar en casi y me limito a hacerlo en nuestras salidas –las del
grupo de jubilados, Buendía, Manolo Prieto, Zenón Ridruejo y yo, tres veces a la semana, que no se poco- a pintar al
campo, y además, hasta que suspendimos
(Pinar en Laguna de Duero)
las reuniones por la pandemia el año
pasado, en las sesiones de pintura con modelo de foto de la Asociación de
Acuarelistas de Castilla y León, r la tarde en la sede que tenemos cedida por el
Ayuntamiento vallisoletano en un aula del antiguo colegio nacional Conde
Ansúrez, cerca de la desembocadura del Esgueva, en el barrio España.
He dejado pasar tanto tiempo sin actualizar este blog que
quienes no me conozcan y se asomen a él pensarán que he dejado de pintar. Pues
nada más lejos de la realidad, ha sido
pura pereza o dejadez con el blog, que no con mi afición a pintar, sobre todo
acuarela, que sigue incluso yo diría que in- crementada. Bueno, no tanto, ya les conté en post anterior que desde que tuve el desprendimiento de retina me
cuesta mucho pintar en casi y me limito a hacerlo en nuestras salidas –las del
grupo de jubilados, Buendía, Manolo Prieto, Zenón Ridruejo y yo- a pintar al
campo, y además, hasta que suspendimos las reuniones por la pandemia el año pasado, en las sesiones de pintura con moxelo de
(Junto al puente de Simancas)
foto de la Asociación de
Acuarelistas de Castilla y León, en la sede que tenemos cedida por el
Ayuntamiento vallisoletano en un aula del antiguo colegio nacional Conde
Ansurez, cerca de la desembocadura del Esgueva, en el barrio España.
En estos tres años desde el último
post han pasado muchas cosas. Se nos murió Pancho Corzo, que nos acompañaba
siempre, con su cámara fotográfica, a las salidas a pintar y después a tomar el
vinillo acostumbrado. Y también Fredy Mateos, el hijo de mi buen amigo Alfredo;
Fredy colaboraba con Aspace –la asociación de paralíticos cerebrales- donando
obra suya para la exposición anual de Navidad, como todos nosotros, y además confeccionando
el catálogo. Justo este año no sé si lo habrá porque en vez de la tradicional
exposición en el centro de Aspace, por causa de la pandemia se ha organizado
como exposición virtual, en la web de la asociación. Hemos colaborado como
todos estos años, esta vez con la acuarela del camino de Geria que adjunto.
(Ampudia, calle Corredera)
Como podéis ver por la primera foto
que incluyo, de una acuarela pintada en la esclusa 42 del Canal de Castilla un
día muy nublado en que tenía ganas de pintar algo distinto, y me giré hacia
atrás, hacia el poblado de Tafisa que quedaba tapado por la frondosidad de la
ribera, sigo tratando de desfigurar, de pintar más en húmedo y abstraer. Dicen
que es el proceso natural del buen creativo, ir de lo concreto a lo abstracto,
de ahí las mamarrachadas de la pintura contemporánea (es broma, pero algo hay
de cierto). Me ha gustado lo que salió –y a mis compas- así que he seguido esa
técnica un par de veces, a ver a donde me lleva.
Bueno, este año ha sido horroroso
para salir al campo, primero por el confinamiento y después por lo irregular
del tiempo. Ya creo haber comentado quepara pintar en el campo la mayor
dificultad es el viento, a partir de los 20-25 “comanches“ –como llamamos a los
kilómetros hora- . En cambio ha sido bueno para las exposiciones colectivas,
quizá porque la previsible falta de público ha hecho a la gente desistir de
exponer, así que hemos aprovechado en la Asociación de Acuarelistas de Castilla
y León pero sobre todo en la Unión Artística Vallisoletana que ha conseguido
mucho más tiempo del habitual en la casa Revilla.
(Viñedos en Cigales)
Finalmente no quiero dejar sin
mencionar el nuevo blog que organicé a raíz de la exposición de noviembre de
2016 en la sala exposiciones del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria de Valladolid –que
por cierto ya no funciona, como ha ocurrido con todas las demás salas de las
entidades de crédito de nuestra ciudad, a raíz de la crisis económica que
desató el presidente Zapatero y por la que perdió las elecciones- . El nuevo
blog, en la misma línea del que preparé para dar a conocer al mejor acuarelista
español de todos los tiempos, Rafael García Bonillo, se puede ver en https://emiliotejeda.blogspot.com.es/
(Pesquera en S. Miguel del Pino)
Emilio Tejeda Alegre, que compartía
el estudio de arquitecto con Chema Fraile –otro de los compañeros acuarelistas de
nuestras salidas a pintar al campo y de la Asociación de Acuarelistas de
Castilla y León- falleció en Valladolid
el 8 de septiembre de 2015, a los 78 años. Era uno de los arquitectos de la
casi extinta “saga de arquitectos-artistas”, hijos de la escuela humanista de
arquitectura, y su dominio del dibujo y de la dificilísima técnica de la
pintura al agua son admirables en sus acuarelas.
Paco Roldán, mi maestro, escribió para aquella exposición: “Sobre su pintura qué decir que no lo diga ella misma; sin anecdóticas sutilezas y sin manchas pseudoliterarias, une perfectamente sentimiento y técnica sin enmiendas ni arrepentimientos, enemigos de la buena acuarela. Logra huir de colorear dibujos –excelentes por cierto- para obtener plena libertad, que es la esencia de esta técnica. La variada temática expuesta, así como el manejo del color, el dibujo como parte esencial y las acertadas composiciones, explican mejor que nadie la valentía frente a cualquier tema mediante hábiles pinceladas y tonos exquisitos, todo ello lejos de las acostumbradas y autocomplacientes evanescencias muy en boga. ¡Sigue pintando así en el “cielo de los pintores” Emilio!”
(Olivo de Fuente Dorada)
(Junto al puente de IOsabel la Católica)