martes, octubre 12, 2021

CONTENIDO DE ESTE BLOG

 - Medio año de trabajo 12/10/21 

 - Sin desistir 2021 13/01/21 

 - Actualización 2017 07/02/17 

 - Año nuevo 2011, lucha nueva 11/01/11 

 - Un verano tranquilo 20/09/09 

 - Actualización 07/06/09 

 - Feliz Navidad 2007 20/12/07 

 - García Bonillo, ¡que gran acuarelista¡ 14/08/07 

 - NUEVAS ACUARELAS Y BLOGS 16/05/07 

 - XIII Congreso Internacional de Bilbao 16/11/2006 

 - Exposición Ayuntamiento de Simancas.(Valladolid). 25/06/2006 

 - Exposición Caja Círculo Valladolid. Abril 2004 – 

 - TEORÍA DEL ARTE. DOS ESCRITOS: 24/06/2006 

 - DE COMO VALORAR LA OBRA DE ARTE. Agosto 2004 

 - EN FAVOR DE LA PINTURA INTENCIONAL. Febrero 2002. 

 - CURRICULUM Septiembre 2009

                                      (Vides en La Legua, Cigales)

miércoles, enero 13, 2021

Medio año de trabajo

(En la Fuente de la Mora)

Pues sí, algo más de medio año de esfuerzos por mejorar nuestra técnica… y seguimos en las mismas, luchando por desdibujar y abstraer, con la facilidad de pintar solo con un ojo y éste con una catarata –lo que me impide entrar en detalles obligando a ser impresionista- que parece ya me van a quitar antes de fin de año.


(En  Zaratán)

Como novedad, que se están animando mis hijos Juan y Antonio a pintar, que llevaban bastante tiempo sin tiempo par hacer nada, ahora parece lo están encontrando, vamos a ver. Y mi nieta Deyita, hija de Antonio, me pidió de regalo de su cumples un caballete, porque estaba muy animada con las acuarelas que le habían regalado también unos amigos, y ya había empezado a pintar algo.

(En la carretera hacia Cigales)

Así que el mismo día que celebramos su cumples y recibió el caballete, la insté a pintar unqa acuarelilla más en serio bajo mi supervisión. Decía su padre que como la niña tiene solo 12 años, no esperara que tuviera idea de perspectiva, etc., que su pintura era muy infantil todavía. Le contesté que pinta infantil porque se le pide que cree algo, pero para empezar lo que hay que hacer es copiar otras acuarelas, y que ya vería como sí le salía bien el dibujo copiando. De modo que le enseñé una acuqarela de dos cabritillas en un bosque, y nos pusimos al tajo: con mis indicaciones puntuales le salió esstupenda.


(En la Cañada Real)

Ahora he ofrecido a ella y a su padre y a su tío Juan, mandarles por correo electrónico una acuarela mía a copiar –o interpretar, mejor- con explicaciones por escrito, a ver si se animan a trabajar esta difícil técnica. Mi hijo Juan, además, está dando un curso on line con un conocido acuarelista, y le va muy bien.



Así que así vamos, aprendiendo –yo sigo a mi compañero Buendía, que es un maestro, con el que seguimos saliendo a pintar en el campo tres días a la semana, si el tiempo lo permite-  y enseñando a mis hijos y nieta.

(En la salida a Renedo)

Sin desistir


(En el Canal de Castilla, junto a esclusa 42)

He dejado pasar tanto tiempo sin actualizar este blog que quienes no me conozcan y se asomen a él pensarán que he dejado de pintar. Pues nada más lejos de la  realidad, ha sido pura pereza o dejadez con el blog, que no con mi afición a pintar, sobre todo acuarela, que sigue incluso yo diría que incrementada. Bueno, no tanto, ya les conté en post anterior que desde que tuve el desprendimiento de retina me cuesta mucho pintar en casi y me limito a hacerlo en nuestras salidas –las del grupo de jubilados, Buendía, Manolo Prieto, Zenón Ridruejo y yo, tres veces a la semana, que no se poco- a  pintar al campo, y además, hasta que suspendimos

(Pinar en Laguna de Duero)
las reuniones por la pandemia el año pasado, en las sesiones de pintura con modelo de foto de la Asociación de Acuarelistas de Castilla y León, r la tarde en la sede que tenemos cedida por el Ayuntamiento vallisoletano en un aula del antiguo colegio nacional Conde Ansúrez, cerca de la desembocadura del Esgueva, en el barrio España.

He dejado pasar tanto tiempo sin actualizar este blog que quienes no me conozcan y se asomen a él pensarán que he dejado de pintar. Pues nada más lejos de la  realidad, ha sido pura pereza o dejadez con el blog, que no con mi afición a pintar, sobre todo acuarela, que sigue incluso yo diría que  in-       crementada.   Bueno, no tanto, ya les conté en  post anterior que desde que tuve el desprendimiento de retina me cuesta mucho pintar en casi y me limito a hacerlo en nuestras salidas –las del grupo de jubilados, Buendía, Manolo Prieto, Zenón Ridruejo y yo- a pintar al campo, y además, hasta que suspendimos las reuniones por la pandemia el año pasado, en las sesiones de pintura  con moxelo de

(Junto al puente de Simancas)

foto de la Asociación de Acuarelistas de Castilla y León, en la sede que tenemos cedida por el Ayuntamiento vallisoletano en un aula del antiguo colegio nacional Conde Ansurez, cerca de la desembocadura del Esgueva, en el barrio España.

En estos tres años desde el último post han pasado muchas cosas. Se nos murió Pancho Corzo, que nos acompañaba siempre, con su cámara fotográfica, a las salidas a pintar y después a tomar el vinillo acostumbrado. Y también Fredy Mateos,  el hijo de mi buen amigo Alfredo; Fredy colaboraba con Aspace –la asociación de paralíticos cerebrales- donando obra suya para la exposición anual de Navidad, como todos nosotros, y además confeccionando el catálogo. Justo este año no sé si lo habrá porque en vez de la tradicional exposición en el centro de Aspace, por causa de la pandemia se ha organizado como exposición virtual, en la web de la asociación. Hemos colaborado como todos estos años, esta vez con la acuarela del camino de Geria que adjunto.

(Ampudia, calle Corredera)

Como podéis ver por la primera foto que incluyo, de una acuarela pintada en la esclusa 42 del Canal de Castilla un día muy nublado en que tenía ganas de pintar algo distinto, y me giré hacia atrás, hacia el poblado de Tafisa que quedaba tapado por la frondosidad de la ribera, sigo tratando de desfigurar, de pintar más en húmedo y abstraer. Dicen que es el proceso natural del buen creativo, ir de lo concreto a lo abstracto, de ahí las mamarrachadas de la pintura contemporánea (es broma, pero algo hay de cierto). Me ha gustado lo que salió –y a mis compas- así que he seguido esa técnica un par de veces, a ver a donde me lleva.

Bueno, este año ha sido horroroso para salir al       campo,  primero por el confinamiento y después por lo irregular del tiempo. Ya creo haber comentado quepara pintar en el campo la mayor dificultad es el viento, a partir de los 20-25 “comanches“ –como llamamos a los kilómetros hora- . En cambio ha sido bueno para las exposiciones colectivas, quizá porque la previsible falta de público ha hecho a la gente desistir de exponer, así que hemos aprovechado en la Asociación de Acuarelistas de Castilla y León pero sobre todo en la Unión Artística Vallisoletana que ha conseguido mucho más tiempo del habitual en la casa Revilla.                    

(Viñedos en Cigales)

Finalmente no quiero dejar sin mencionar el nuevo blog que organicé a raíz de la exposición de noviembre de 2016 en la sala exposiciones del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria de Valladolid –que por cierto ya no funciona, como ha ocurrido con todas las demás salas de las entidades de crédito de nuestra ciudad, a raíz de la crisis económica que desató el presidente Zapatero y por la que perdió las elecciones- . El nuevo blog, en la misma línea del que preparé para dar a conocer al mejor acuarelista español de todos los tiempos, Rafael García Bonillo, se puede ver en https://emiliotejeda.blogspot.com.es/

(Pesquera en S. Miguel del Pino)

Emilio Tejeda Alegre, que compartía el estudio de arquitecto con Chema Fraile –otro de los compañeros acuarelistas de nuestras salidas a pintar al campo y de la Asociación de Acuarelistas de Castilla y  León- falleció en Valladolid el 8 de septiembre de 2015, a los 78 años. Era uno de los arquitectos de la casi extinta “saga de arquitectos-artistas”, hijos de la escuela humanista de arquitectura, y su dominio del dibujo y de la dificilísima técnica de la pintura al agua son admirables en sus acuarelas. 

Paco Roldán, mi maestro, escribió para aquella exposición: “Sobre su pintura qué decir que no lo diga ella misma; sin anecdóticas sutilezas y sin manchas pseudoliterarias, une perfectamente sentimiento y técnica sin enmiendas ni arrepentimientos, enemigos de la buena acuarela. Logra huir de colorear dibujos –excelentes por cierto- para obtener plena libertad, que es la esencia de esta técnica. La variada temática expuesta, así como el manejo del color, el dibujo como parte esencial y las acertadas composiciones, explican mejor que nadie la valentía frente a cualquier tema mediante hábiles pinceladas y tonos exquisitos, todo ello lejos de las acostumbradas y autocomplacientes evanescencias muy en boga. ¡Sigue pintando así en el “cielo de los pintores” Emilio!”                                                                   

  (Olivo de Fuente Dorada)









(Junto al puente de IOsabel la Católica)